¿Cómo cuidar un árbol de mandarina?
Perenne de hoja perenne: el árbol de mandarina a menudo se cultiva en casa. No solo se ve hermoso en el alféizar de la ventana, sino que también lo deleitará con una deliciosa cosecha. Las mandarinas pequeñas en ramitas frágiles, a primera vista, maduran en otoño y pueden resistir en un árbol hasta el comienzo del invierno. Para que un árbol de mandarina dé frutos, debes cuidarlo adecuadamente.
Puede crear las condiciones ideales para el desarrollo de una planta perenne proporcionándole:
- suelo nutritivo;
- ubicación e iluminación correctas;
- régimen de temperatura;
- la humedad y el riego necesarios;
- fertilización regular;
- podas y replantaciones periódicas.
Selección de suelo
mandarín ama el suelo nutritivo suelto en el que las raíces pueden "respirar". Un requisito previo para plantar un árbol es la presencia de una capa de drenaje en la maceta. El exceso de humedad debe fluir libremente de él.
Los sustratos para plantas jóvenes y árboles maduros difieren ligeramente en composición. Para que las mandarinas jóvenes florezcan y formen los primeros frutos, se les prepara la siguiente mezcla de tierra:
- tierra de hoja (1 parte);
- tierra de césped (2 partes);
- humus (parte 1);
- arena (parte).
Para los árboles maduros, el suelo se enriquece adicionalmente con arcilla aceitosa, al tiempo que aumenta la cantidad de tierra de césped en 1,5 veces.
Ubicación e iluminación
El árbol de mandarina requiere buena iluminación y se sentirá más cómodo en un alféizar del sur. Crece bien en el lado sureste o suroeste. Sin embargo, vale la pena considerar que la luz solar directa quemará las hojas delicadas, por lo que en verano la planta está sombreada.
Mandarín - Monógamo por naturaleza y no tolera cambios frecuentes de "lugar de residencia".
Con la llegada del verano conviene sacar al aire libre una maceta o una tina con un árbol. Incluso puede cavarlo en un macizo de flores, pero antes de una ola de frío, asegúrese de llevarlo adentro.
Régimen de temperatura y riego.
Atar brotes y más fructificación solo es posible si se observa el régimen de temperatura: 18 grados Celsius en verano y al menos 12 grados en invierno.
Riegue la mandarina con agua tibia y sedimentada (preferiblemente agua de lluvia) varias veces al día. Se rocía un sombrero de hojas con una botella de spray y se organiza una ducha una vez a la semana. En invierno, basta con humedecer el suelo 2 veces por semana.
Si la planta no quiere florecer, puedes forzarla. Para hacer esto, la mandarina se priva de riego durante un mes.
Alimentación, poda y trasplante
El aderezo se realiza en primavera y verano, el resto del tiempo la mandarina no los necesita. Como fertilizante se utilizan formulaciones especiales para plantas de cítricos, que contienen nitrógeno y un poco de fósforo.
En un brote joven, pellizque la parte superior para que comience a crecer. En el futuro, la poda se realiza para darle al arbusto la forma deseada. También se eliminan las ramas secas y demasiado débiles.
El trasplante de mandarinas jóvenes debe realizarse anualmente antes del crecimiento y los árboles maduros cada tres años. Las raíces que sobresalen del suelo hablan de la necesidad de reponer la maceta.